sábado, 16 de diciembre de 2006

ÉTICA PERIODÍSTICA


CODIGO DE ETICA DEL COLEGIO DE PERIODISTAS



INTRODUCCIÓN


Ética periodística es la definición teórica y aplicación práctica permanente y obligatoria de normas conductuales y de procedimiento que deben observar los miembros de la Orden para que su actuación profesional sea correcta y socialmente útil.
La responsabilidad social inherente a su labor aumenta la necesidad de que los periodistas se atengan a lineamientos éticos generales y específicos y que cuenten con los instrumentos propios necesarios para velar por su cumplimiento.
Los periodistas y los medios de comunicación social son importantes agentes socializadores. Tienen influencia decisiva en la formación de valores, creencias, hábitos, opinión y conductas de los distintos estamentos de la sociedad.
El masivo acceso a información cierta, confiable, oportuna y permanente, fundamentalmente sin censura alguna acerca de los derechos individuales y colectivos, como asimismo sobre el acontecer nacional e internacional, incide en la mantención y elevación de la dignidad y calidad de vida de las personas. Esta, a su vez, permite informarse, optar y participar en la toma de decisiones relativas a la nación a todos los estratos de la ciudadanía.
El error por desconocimiento del idioma o por falta de antecedentes acerca del tema o asunto sobre el cual se pretenda hacer una difusión profesional puede conducir al periodista a la ofensa, el perjuicio o menoscabo de personas o estratos de la sociedad.
En su calidad de orientadores de la opinión pública, los periodistas y los medios tienen la responsabilidad de informar verazmente acerca de los hechos, las opiniones y actuaciones de los distintos actores sociales y sus consecuencias. Es decir, los periodistas y los medios de comunicación social juegan el papel de mediadores entre la realidad y los receptores del mensaje que entregan.

I. DEL DEBER SER DE LOS PERIODISTAS


• Artículo 1
Los periodistas están al servicio de la verdad, los principios democráticos y los derechos humanos. En su quehacer profesional, el periodista se regirá por el principio de la veracidad, entendida como una información responsable de los hechos. El ejercicio del periodismo no propiciará ni dará cabida a discriminaciones ideológicas, religiosas, de clase, raza, sexo, ni de ningún otro tipo, que lleven a la ofensa o menoscabo de personas naturales o jurídicas.

• Artículo 2
El periodista sólo difundirá informaciones fundamentadas, sea por la correspondiente verificación de los hechos en forma directa o con distintas fuentes, sea por la confiabilidad de las mismas. Una fuente es considerada confiable por su conocimiento y experiencia en el tema tratado y/o por su independencia respecto de los intereses ajenos a la finalidad esencial de divulgar la verdad.

• Artículo 3
Es deber de los periodistas recurrir a todos los medios lícitos a su alcance, a fin de evitar que se dicten o apliquen disposiciones que disminuyan , dificulten o anulen el ejercicio de la libertad de expresión e información. En caso de estar vigentes leyes o reglamentos de ese carácter deberán trabajar a favor de su derogación.

• Artículo 4
Los profesionales de la Orden lucharán para que los directores, editores y otros directivos periodísticos de diarios, revistas, agencias de noticias, estaciones de radio y televisión y demás medios de comunicación sean periodistas. Asimismo, los profesionales de la Orden preconizarán un mayor acceso para los periodistas en la toma de decisiones de las políticas informativas en los medios de comunicación u otras instancias de difusión.

• Artículo 5
El derecho a informar deberá ser ejercido con resguardo de todas las consideraciones y normas éticas establecidas en este Código y, en consecuencia, jamás deberá ser usado en detrimento de la comunidad o de las personas.

• Artículo 6
Ningún periodista podrá hacer uso o invocar la aplicación de leyes que lesionen la libertad de expresión e información, ni aun a pretexto de hacerlo fuera del ejercicio profesional.

• Artículo 7
El periodista deberá establecer siempre una distinción clara entre los hechos, las opiniones y las interpretaciones, evitando toda confusión o distorsión deliberada de ellos.

• Artículo 8
El periodista no recurrirá a subterfugios – como utilizar identidades falsas, cámaras o micrófonos ocultos- para obtener la información.

Artículo 9
El periodista debe citar sus fuentes, pues el lector tiene derecho a conocerlas y así evaluar por si mismo la calidad de las mismas. Sólo debe silenciarlas si ellas se lo pidieren –previa confirmación de su idoneidad y confiabilidad-, respetando así la confianza otorgada al entregársele antecedentes reservados.

Artículo 10
El periodista que se haya comprometido a mantener en forma confidencial (off the record) hechos, informaciones u opiniones, no debe darlos a conocer ni pública ni privadamente. Esto implica que tampoco podrá compartirlos con persona alguna que pudiera divulgarlos.

Artículo 11
El periodista no podrá publicar por adelantado ningún material informativo suministrado para su publicación en una fecha y una hora previamente determinadas (embargo).

II. DEL PERIODISTA Y SUS PARES


• Artículo 12
El periodista debe prestar solidaridad activa a los colegas que sufran persecusiones o agresiones por causa de su ejercicio profesional, como asimismo a aquellos que sean juzgados en virtud de disposiciones legales que el Colegio estime lesivas a la libertad de expresión.

• Artículo 13
Al periodista le está especialmente vedado denigrar a otros periodistas, ya sea por la vía de la descalificación personal o por otro medio que conlleve un descrédito profesional.

• Artículo 14
Si un periodista tuviese fundados reparos o dudas respecto del proceder ético de algún colega, debe poner los antecedentes en conocimiento de las autoridades nacionales o regionales de la Orden, las que derivarán el caso de acuerdo con los procedimientos vigentes. Toda publicidad intencionada de la denuncia, hecha con anterioridad a la emisión del fallo por parte de los organismos competentes, será considerada como falta.

• Artículo 15
El periodista debe evitar toda expresión o alusión denigratoria respecto de los organismos y/o normativas internas de la institución. En caso de existir disensos con los acuerdos adoptados por el Consejo Nacional o cualquiera de los demás organismos de la Orden, éstos deberán canalizarse a través de las instancias propias del Colegio.

• Artículo 16
Los periodistas deberán velar por el desarrollo y cumplimiento de los objetivos y tareas que conduzcan a la dignificación del periodismo y los periodistas.

• Artículo 17
El periodista debe colaborar y luchar por el fortalecimiento de la Orden.

• Artículo 18
Los periodistas reconocerán la potestad ética que sobre sus actuaciones como representantes del gremio ejerce el Colegio de la Orden.

III. DEL PERIODISTA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

• Artículo 19
El material gráfico y los titulares deberán siempre guardar concordancia con los textos que le correspondan, de modo que el lector, televidente o auditor no sea inducido a confusión o engaño.

• Artículo 20
Los periodistas no podrán hacer uso de la informática, telemática y otras técnicas modernas de comunicación para introducir cambios sustanciales y dolosos en el contenido de material periodístico de un colega sin la autorización expresa del autor, en especial si lleva su firma.

• Artículo 21
Ningún periodista podrá usar su investidura profesional para divulgar mensajes comerciales en los espacios o programas periodísticos que conduzca. Cuando deba editar textos o imágenes o conducir emisiones radiales, televisivas u otras con esa impronta, todos ellos deberán llevar claramente definida su naturaleza publicitaria e ir separados del mensaje informativo periodístico.

• Artículo 22
Ningún periodista podrá introducir en el medio de comunicación en que trabaja, mensajes que favorezcan a la empresa, persona o institución para la que realiza simultáneamente labores de relacionador público, asesorías o similares.

• Artículo 23
Cometen falta Ética los directores, editores y otros directivos periodísticos de diarios, revistas y agencias de noticias, estaciones de radio o televisión y además medios de comunicación que contraten o permitan el ejercicio del periodismo a personas que no están habilitadas para ello o que induzcan a otros periodistas a contravenir este Código de Ética.

• Artículo 24
Los periodistas lucharán por restablecer el derecho legal de la Orden para fijar los aranceles profesionales y, una vez logrado este objetivo, velar por su estricto cumplimiento por parte de las empresas, entidades o personas naturales propietarias de los medios de comunicación social.

• Artículo 25
En el ejercicio profesional, el periodista deberá actuar siempre de acuerdo con su conciencia y no podrá ser sancionado por ello. Consecuentemente deberá luchar por el establecimiento de la cláusula de conciencia en su relación con las empresas periodísticas. Una vez alcanzado este objetivo, deberán velar por su estricto cumplimiento por parte de las empresas, entidades o personas naturales propietarias de los medios de comunicación.

• Artículo 26
El periodista rechazará y denunciará cualquier intento de presión que tenga por finalidad hacerle transgredir las normas de este Código.

• Artículo 27

El periodista debe promover la participación del público en los órganos de difusión y, en especial, que se garantice el derecho legal a réplica y se publiquen las rectificaciones en los plazos legales y sin adulteración, aun cuando no exista una expresa petición del afectado.

• Artículo 28
Son faltas a la ética profesional:
a) La participación en violaciones a los derechos humanos
b) La delación de un perseguido, al cual se ha tenido acceso a través del ejercicio profesional.
c) La desinformación premeditada.
d) La dictación o aplicación de normas de censura por parte de periodistas que ejerzan cargos de jefatura. De ser presionados a hacerlo, el Colegio estará obligado a prestarles todo su apoyo en la defensa de sus derechos y el cumplimiento de este Código.
e) El soborno, el cohecho y la extorsión.
f) El plagio y el irrespeto a la propiedad intelectual.
g) La difamación, la calumnia y la injuria.
h) Utilizar imágenes de personas que atenten contra su dignidad humana y las conviertan en productos mercantiles.
i) Contravenir cualquiera de las normas y recomendaciones contenidas en el presente Código.

• Artículo 29
El periodista debe mantener un incuestionable respeto a la dignidad y vida privada de las personas, evitando invadir su intimidad con las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. En esto se guiará por las definiciones consignadas en la legislación chilena y los instrumentos internacionales. La excepción de esta norma se dará sólo cuando la divulgación de actos privados sea necesaria por razones de fiscalización pública de probidad funcionaria o cuando al amparo de la intimidad se está violando el derecho a la integridad física, sicológica u otro derecho individual. En especial respetará la intimidad de las personas en situación de aflicción o dolor, evitando las especulaciones y la intromisión gratuita en sus sentimientos y circunstancias.

• Artículo 30
El periodista debe salvaguardar la presunción de inocencia de los acusados mientras el tribunal competente no haya dictado sentencia. Se abstendrá, además, de identificar a las víctimas, testigos o inculpados de causas criminales si su consentimiento, sobre todo en relación delitos sexuales, cualquiera sea su condición social y en especial cuando se trate de menores de edad. Asimismo, evitará identificar contra su voluntad a personas relacionadas, tales como parientes, amigos o vecinos de acusados o convictos de procedimientos penales.

• Artículo 31
El periodista deberá contribuir a sensibilizar a la opinión pública sobre la situación de los sectores más vulnerables de la sociedad. Asimismo, colaborará con la defensa de la naturaleza como un bien colectivo y denunciar los hechos que generen contaminación social y destrucción ambiental en todos los ámbitos.

• Artículo 32
Los periodistas sólo podrán recibir premios o galardones periodísticos asignados en mérito de su competencia profesional, y cuando ellos sean discernidos con la participación directa o indirecta del Colegio de Periodistas.

• Artículo 33
El periodista no utilizará su influencia profesional ni la información privilegiada que recibe en el desempeño de su trabajo, en beneficio propio, de parientes o amigos. Tampoco aceptará retribuciones o gratificaciones de personas, empresas o instituciones, ya que ello limitaría su libertad para informar sobre éstas.

• Artículo 34 El periodista que trabaje en agencias de publicidad, en departamentos publicitarios de los órganos de difusión o en cualquier empresa, servicio o institución relacionada con la comunicación social deberá regirse por las disposiciones de este Código.

martes, 12 de diciembre de 2006

Ensayo

LA COMUNICACIÓN POLÍTICA, LA DEMOCRACIA MEDIÁTICA Y EL DERECHO A LA INFORMACIÓN


Aunque se contradicen con él, los medios de comunicación han llegado a ser –y así seguirán siendo— el nuevo espacio público. Quizá ningún otro ámbito de la sociedad se encuentra tan cerrado a la participación de la gente. Partidos, sindicatos, universidades, organizaciones ciudadanas, tienen membresías que constituyen un lazo permanente y estable (más allá de la representatividad o no que tengan) con la sociedad. De ello depende su viabilidad e incluso, su sobrevivencia. En cambio, y desde luego siempre hay excepciones, los medios de comunicación de masas suelen dirigirse a la sociedad pero no necesariamente desde ella.

En el mundo contemporáneo, no existe mecanismo de mayor influencia sobre las sociedades que los medios de comunicación de masas. Hoy en día la política depende, indefectiblemente, de la propagación que pueda encontrar en los medios. Partidos y candidatos y junto con ellos cualquier institución o personaje que busque relevancia pública, tienen que ganar espacios y a menudo también aquiescencias en los medios de comunicación. Estos, no sólo determinan la cantidad, sino con frecuencia además la calidad de los mensajes. El discurso político, hoy en día, suele ajustarse a las exigencias mediáticas a tal grado que, más que programas, los candidatos y partidos suelen presentar frases sueltas, capaces de ajustarse a los formatos y e intervalos con que los medios dan noticia de los acontecimientos políticos.

En todo el mundo, se ha extendido la preocupación ante el predominio de los medios en la conformación y en la definición de las agendas públicas. Si los medios fuesen espacios abiertos a la pluralidad de las sociedades y a la deliberación que requieren los asuntos públicos, esa inquietud sería menor. Sin embargo, lejos de formar parte de las tendencias democratizadoras que de una u otra manera se han propagado por los sistemas políticos de casi todo el planeta, los medios de comunicación tienden a incrementar su enorme influencia ascendiente, se alimenta de dos tendencias que forman parte de las características inherentes a los medios contemporáneos. Por un lado, las alianzas empresariales colocan bajo menos manos, el control de cada vez más medios de comunicación. Al mismo tiempo, las innovaciones tecnológicas permiten la propagación más lejos y para más gente, de los mismos mensajes mediáticos.

De manera peculiar los medios electrónicos convencionales (la radio y la televisión abierta) suelen ejercer esa capacidad de difusión en extenso para reproducir mensajes de escasa originalidad creativa y, en el campo de la información, con exigua investigación periodística. Difundir lo mismo a más personas, abaratando exponencialmente los costos de producción en contraste con los destinatarios de la programación común, sigue siendo más negocio que hacer programas imaginativos y capaces no sólo de entretener sino además, de formar a los públicos.

Sin desplazar a los medios electrónicos tradicionales, las nuevas tecnologías también han abierto posibilidades para diversificar los espacios de comunicación. Por una parte, el uso de la fibra óptica y de la transmisión satelital, permiten extender casi sin límites la cantidad de canales disponibles para transmisiones de audio y video. La oferta de contenidos cuenta con nuevos cauces para llegar a sus posibles públicos. Simultáneamente, la telefonía celular y la Internet están experimentando crecimientos exponenciales.

Esos cambios exigen diagnósticos mesurados. No estamos ante la aldea global que algunos soñaron hace tres décadas o que incluso, hay quienes con demasiado entusiasmo suponen que ya tenemos ahora. Tampoco nos encontramos en la situación de los años setenta, cuando parecía que el espacio público quedaría irremediablemente subyugado por la televisión convencional.

El auge de las comunicaciones llega a todo el mundo, pero no a todas las personas. Hay teléfonos celulares y conexiones a la Internet en prácticamente todos los países, pero en los segmentos más pobres del mundo esos recursos están --y seguramente seguirán estando-- fundamentalmente en manos de las élites. Al mismo tiempo, conforme se extienden, esos recursos son empleados de nuevas y variadas maneras, incluso por gente que jamás pensó que sus mensajes pudieran llegar a destinatarios en todo el mundo. La telefonía inalámbrica permite la conexión de comunidades antaño casi irreparablemente aisladas, especialmente en zonas rurales. La comunicación satelital, lleva las señales internacionales de televisión a sitios en donde apenas se sintonizaba la radio. La Internet, conecta a ciudadanos de todo el planeta en torno a preocupaciones muy específicas, pero está lejos de desplazar a las formas convencionales de participación y decisión en las sociedades, a diferencia del apasionamiento con que algunos hablan de una nueva democracia electrónica.

Los nuevos recursos comunicativos no anulan el carácter, ni las prácticas autoritarias de los medios masivos convencionales, pero constituyen contrapesos, a veces significativos, delante de ellos. La otra gran fuente de exigencias delante de la televisión, la radio y la prensa (la cual en comparación con los medios electrónicos tiene audiencias numéricamente modestas, pero cualitativamente importantes) es el afán de los núcleos sociales más activos para valorar los mensajes de los medios e incluso, para replicar delante de ellos.

En las sociedades políticamente más desarrolladas, el escrutinio ciudadano de los medios se ha convertido en una práctica asidua y fructuosa para atemperar el autoritarismo de los medios. Al asumir a los medios como parte del espacio público y no como acaparadores o sustitutos de él, sus contribuciones y debilidades se reconocen de manera abierta.

Los medios suelen ser tema de discusión, especialmente en dos grandes áreas. Por un lado, es frecuente la controversia acerca de sus efectos en la formación ciudadana y moral de las personas. Especialmente, causan preocupación las implicaciones que puedan tener en los espectadores más jóvenes, los contenidos de carácter violento o apropiado para adultos.

Por otra parte, suele ser motivo de debate la distorsión de los asuntos públicos cuando pasan por el tamiz de los medios de comunicación. En ocasiones, se advierte la decisión política (que puede estar influenciada desde el gobierno u otros poderes) para soslayar o censurar contenidos incómodos o polémicos. En otros casos, los mismos medios distorsionan los asuntos públicos al manejar su difusión con parcialidad o sensacionalismo. Es frecuente la difuminación de la frontera entre la vida privada y los deberes institucionales de los personajes públicos.

No existe un esquema que pueda considerarse universalmente aceptado, ni eficaz, para resolver las permanentes dificultades de la compleja relación entre medios de comunicación, sociedad y Estado. Pero cada vez en más naciones, tienden a establecerse marcos regulatorios que se sustentan en el reconocimiento de que, igual que cualquier otra, la libertad de información y comunicación necesita ser estatuida en leyes y normas capaces de garantizarla. Los marcos legales para los medios, suelen regular el derecho de los particulares a instalar y poseer estaciones transmisoras de televisión y radio. En cada vez más situaciones, se establecen límites a la propiedad de varios medios por parte de una persona o un grupo de inversionistas. También, en esos marcos regulatorios, son frecuentes las garantías para que los ciudadanos puedan inconformarse ante la divulgación de contenidos que los difamen o transgredan su privacía.

En numerosas naciones, la existencia de reglas para la comunicación no significa limitaciones para la libertad de expresión. Al contrario, el derecho de la información tiende a reconocer que sin normas, esa libertad queda solamente en manos de quienes tienen recursos o prerrogativas para poseer o manejar medios de comunicación.

Una vertiente cada vez más explorada en muchas naciones, más allá de las leyes pero sin contradicción con ellas, es el establecimiento de parámetros éticos con los cuales las empresas de medios, o las comunidades de periodistas, se comprometen a autorregularse. En ningún sitio, los códigos de ética sustituyen a las leyes. En muchos, en cambio constituyen un recurso que con frecuencia permite que los litigios dentro de los medios y especialmente entre ellos y los ciudadanos, puedan resolverse en instancias previas a los tribunales.

Esas circunstancias, llegan a propiciar una diversidad de emisores que no suele existir en los países sin regulación de los medios. Tal variedad, suele ser uno de los elementos más sólidos para propiciar y mantener, de manera democrática, el debate acerca de los asuntos públicos más relevantes.

La televisión y antes la radio, se desarrollaron como industrias ante la notable indolencia del gobierno federal. A diferencia de muchas otras naciones que consolidaron ordenamientos legales y sistemas de medios públicos capaces de atemperar el dominio de otras maneras irrefrenable de los medios electrónicos, en México el poder político asumió con ignorancia, tardanza e incluso incomodidad, el tema de la comunicación social. Resultado de esas condiciones, es la permanencia de leyes atrasadas e ineficaces pero además, la flagrante impunidad con que suelen desempeñarse los medios electrónicos.

Hay docenas de leyes, reglamentos, decretos y otros ordenamientos que contienen disposiciones relativas a los medios de comunicación. Esa dispersión, implica entre otras cosas una enorme eficiencia para ubicar a los medios en una normatividad clara, equitativa y capaz de ser cumplida por todos los actores del proceso de la comunicación. Las leyes más importantes, son la de Imprenta que fue promulgada en 1917 y la Federal de Radio y Televisión, de 1960.

Las insuficiencias y limitaciones de estas leyes, son conocidas aunque no por ello han sido revisadas ni sustituidas por un cuerpo normativo tan moderno como los medios de comunicación que debiera regular. La Ley de Imprenta, aunque establece el derecho de réplica, está orientada por una concepción de moralidad tan anticuada que, si se pusiera en práctica, implicaría la censura de numerosas publicaciones que ahora circulan. La ley de radio y televisión deja en manos de un solo funcionario –el secretario de Comunicaciones y Transportes-- la asignación y, eventualmente, la cancelación de las concesiones para los medios electrónicos, carece de recurso alguno para que los ciudadanos se puedan inconformar ante los contenidos de esos medios y es tan obsoleta que no contempla la transmisión por cable o satelital, ni la difusión de mensajes por video y otros recursos de propagación de imágenes y sonidos. Por ejemplo: para esa ley, sistemas como Multivisión o Cablevisión no son televisión, porque no transmiten según los parámetros antaño convencionales, de manera abierta y por el espacio aéreo.

El de las leyes para la comunicación, es un tema que ha sido reiteradamente redimido por algunos legisladores y trabajadores de los medios, lo mismo que invariablemente cancelado por las élites políticas y por los dueños de las empresas de información más poderosas.

En varias ocasiones en el último cuarto de siglo, se ha repetido la misma rutina para preservar el estancamiento legal acerca de los medios: cuando el gobierno o algunos legisladores proponen actualizar ese marco jurídico, se sobreviene una andanada de admoniciones contra la que, según se dice, es una tentativa para amordazar a los medios. Quienes quedan amordazados, entonces, son aquellos que se ha propuesto impulsar una reglamentación moderna para la comunicación.

Los concesionarios de la televisión y la radio y algunos influyentes dueños de periódicos, suelen encontrar intenciones restrictivas en cualquier propuesta para renovar las leyes aplicables a los medios. Algunos periodistas y trabajadores de la comunicación, en parte llevados por su natural desconfianza a prácticamente todo lo que provenga del poder político, llegan a compartir esas aprensiones. El gobierno federal, curiosa pero lamentablemente, suele encabezar esa oposición a actualizar las leyes para la comunicación. En los sexenios más recientes y de manera más enfática en el actual, los gobiernos mexicanos han sostenido que dictar leyes para los medios significaría coartar su derecho a la expresión (“la libertad de prensa no se reglamenta: se conquista y se ejerce”), se dice con tan demagógica como ignorante retórica. Y es que en México esa libertad ya está reglamentada, pero de manera atrasada e insuficiente.

Los partidos políticos, todos ellos, han tenido una posición titubeante delante de ese asunto. Prácticamente en todos, se reconoce la necesidad de reformar las leyes para los medios. Sin embargo, habitualmente ninguno de ellos se anima a ubicar esa tarea entre sus prioridades políticas o legislativas. Le tienen miedo a la hostilidad que una posición así podría suscitar en algunos de los medios más importantes.

Las pocas veces que a los partidos les inquieta la situación de los medios, es para buscar más espacio gratuito en su propio beneficio, o para proponer que los noticieros destinen más minutos a las campañas electorales. Cuando algunos de sus integrantes se interesan por la reforma de los medios, suelen quedar aislados y sin respaldo de esas organizaciones políticas. Hoy en día, gobierno y partidos –y junto con ellos, la sociedad-- se encuentra en una situación de rehenes respecto de los medios más influyentes y autoritarios. Hay apertura, de manera notable y constatable, pero sólo en los términos, las ocasiones, los espacios y para los protagonistas que los medios eligen como beneficiarios de tal flexibilidad. Y si desde el universo partidario y legislativo hay una mezcla de temor, ignorancia y pasmo respecto de los medios, en el gobierno se mantiene una reiterada evasiva para cumplir con las responsabilidades más elementales en ese terreno: las autoridades gubernamentales para los medios (en la dirección de RTC de la Secretaría de Gobernación, o en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes) suelen ser pasivas y obsequiosas, o se comportan como si estuvieran al servicio de los empresarios de ese ramo y no de los ciudadanos.

ALGUNAS PROPUESTAS

La reforma de los medios de comunicación tendría que haber sido parte de la reforma del Estado, a la par que la actualización de la legislación electoral. De hecho, este asunto amerizaría una atención tan destacada como la que han recibido las reglas para que los votos cuenten y se cuenten. Podría pretenderse que los medios, medien y no mediaticen.

Las coordenadas de esa reforma, independientemente de cuáles medidas pudieran ser de obtención inmediata y cuáles a mediano plazo, podrían establecerse a partir de los fines que se pretende para los medios. Así es como ordenamos las siguientes propuestas.

A) Medios para la sociedad.

La sociedad debiera dejar de ser solamente destinataria de los mensajes masivos. Siempre lo es, pero quedar reducida a espectadora, cuando en muchos sentidos puede ser actora, empobrece notablemente la calidad ciudadana de nuestra democracia.

En ese interés, podría pretenderse el establecimiento de facilidades para la apertura o consolidación de medios de comunicación cuyo propósito primordial no sea lucrativo: radios y televisoras universitarias, de grupos comunitarios, de agrupaciones civiles y/o de partidos políticos. Exenciones fiscales, permisos de importación de equipo, respaldos crediticios y otro tipo de apoyos, favorecerían a tales empresas. Es pertinente abolir la distinción legal entre medios concesionados y permisionados que a estos últimos, que suelen ser de carácter cultural, les impide comercializar espacios, dejándolos en condiciones de desventaja frente a los medios fundamentalmente mercantiles.

Además podría reglamentarse el uso social del tiempo que hasta ahora, encontrándose destinado al Estado, es ejercido casi exclusivamente por el gobierno federal. El 12.5% del tiempo total de transmisiones de las radio y televisoras concesionadas, es una papa caliente en manos de funcionarios sin interés para utilizarlo y más preocupados por las incomodidades que su cabal empleo pueda suscitar en los empresarios de esa industria, que en organizar y extender el uso de tales espacios.

Hay medidas adicionales para promover el empleo social de los medios: centros de producción accesibles a grupos ciudadanos, con acuerdos que permitan la difusión de los mensajes allí elaborados; fomento a las producciones universitarias; espacios institucionales (y no sólo a merced de la tornadiza voluntad de funcionarios del gobierno o de los dueños de radio y televisoras) para transmitir, sin censura alguna y en horarios decorosos, los programas de esa índole.

Medidas como esas, tenderían a fortalecer una idea de medios públicos que hasta ahora ha sido casi inexistente en México: empresas con aportaciones estatales pero a cargo de grupos e instituciones independientes, o con un financiamiento tan heterogéneo y una situación legal que les permitiera no estar supeditadas a vaivenes o restricciones de carácter burocrático. Pensamos en un esquema como el de la televisión pública en los Estados Unidos (PBS) que es financiada con recursos federales, estatales y municipales, al mismo tiempo que con aportaciones de sus públicos a través de la cuota que pagan al suscribirse a los sistemas de cable que conducen esa señal.

El punto central en este apartado, sería la apertura y la plena transparencia en la asignación y revisión de las concesiones para los medios electrónicos. Actualmente, la SCT no sólo decide a su arbitrio quiénes pueden y quiénes no pueden transmitir por radio y televisión. Además, las autoridades de esa Secretaría y a través de ellas el gobierno federal, mantienen en un inaceptable secreto los datos sobre vencimiento y características de los títulos de concesión. En la medida en que esas decisiones y esa información sean transparentes, los grupos de empresarios que quieren y pueden incursionar en la comunicación de masas encontrarían respuesta justa a esas pretensiones legítimas.

B) Sociedad para los medios.

En México el único derecho que tienen los públicos de los medios, como tales, es la prerrogativa de apagar el televisor o el radio. Carecemos de una legislación que reconozca el derecho de los destinatarios de la comunicación de masas para aclarar y rectificar pero también, para opinar, proponer, matizar y discrepar acerca del contenido de los medios.

La sociedad podría tener un papel menos pasivo delante de los medios, de dos maneras que pueden ser complementarias. Por un lado, la legislación podría reconocerles personalidad jurídica, para propiciarlas, a las asociaciones de radioescuchas, lectores o televidentes que se organizaran según el interés específico de los públicos de cada medio o por ciudades, o regiones. Esas agrupaciones, como expresión directa de la sociedad, podrían tener derecho a ser atendidas por los responsables del medio en cuestión e incluso, a contar con espacios para opinar acerca de los contenidos que reciben. Al mismo tiempo, podría estimularse la educación para leer a los medios. De los medios, se obtiene mejor provecho en la medida en que se conoce cómo funcionan, qué géneros emplean, cuáles pueden ser sus efectos e incluso, en donde termina la recreación de la realidad y en dónde comienza la ficción.

Agrupaciones de ciudadanos interesados en los medios y educación para la recepción crítica, son dos recursos que involucran a la sociedad con las empresas e instituciones de comunicación y que han sido desarrollados con experiencias de gran interés en otros sitios de América Latina. Con tales recursos, se busca fortalecer las capacidades de la sociedad activa para interactuar con los medios y no ser solamente pasiva espectadora de ellos. En México, esos instrumentos han sido muy escasamente utilizados.
C) Medios para la democracia.

Los medios de comunicación, en su gran mayoría, son negocio. Es ingenuo pretender que el interés mercantil quede desplazado de los propósitos de sus propietarios y operadores. Pero además la sociedad tiene derecho a que, sin dejar de tener como meta la rentabilidad económica, los medios sean instrumentos de servicio y de educación cívica.

No puede esperarse que los medios, solamente con cambios legales, alteren la conducta que hasta ahora ha sido habitual y, de la noche a la mañana, se conviertan en adalides y promotores de los valores democráticos. Pero tampoco parece posible que, sin reformas legales, los medios abandonen las inercias que durante varias décadas los han convertido --salvo excepciones, claro-- en reductos de maniqueísmos, simplificaciones e intolerancias, en la apreciación que difunden acerca de los asuntos públicos más diversos.

La democracia no se instituye por decreto. Pero una de las consecuencias al mismo tiempo que uno de los motores para avivar y profundizar la democracia, radica en las reformas legales.

a) Quitarle al gobierno la facultad de decidir, al margen de otros actores públicos, la asignación y revisión de las concesiones de radio y televisión. Las concesiones deben ser otorgadas solamente por concurso y tomando en cuenta no sólo la capacidad financiera de las empresas interesadas en ellas, sino antes que nada aptitud profesional y proyectos de programación.

b) Establecer mecanismos de participación de la sociedad en la deliberación --sin que signifique posibilidad alguna de censura-- acerca del contenido de los medios. La fórmula más reiterada, que se asemeja a espacios de participación y decisión que existen en otros países, es la creación de un Consejo Nacional de la Comunicación Social.

c) Garantizar el derecho de réplica en todos los medios y preservar el derecho de todos los ciudadanos a la vida privada.

d) Sancionar las calumnias y las injurias de los medios, cuando ocurran de manera dolosa y sin que se hayan aceptado las rectificaciones de los afectados. La libertad de expresión no debiera ser patente de impunidad.

e) Defender los derechos de los trabajadores de los medios, comenzando por el derecho de expresión y los de carácter laboral.

f) Reglamentar la obligación del Estado para informar acerca de los asuntos públicos.

g) Asegurar el derecho de la sociedad a conocer la información básica acerca de la situación de los medios. Hoy en día, no existen datos confiables a la vez que actuales, acerca de audiencias y circulación.

D) Medios de Estado, no del gobierno

La apertura política no tiene por qué significar la desaparición de los medios a cargo del gobierno. Pero sí es incompatible con la permanencia de medios que, siendo financiados con recursos públicos, suelen estar dedicados a promover solamente al gobierno, o a una secretaría de Estado --o, peor, a un funcionario--.

Los medios sostenidos con fondos fiscales deben ser de carácter público. Eso significa que estén a cargo del Estado, pero sin depender del gobierno. Las estaciones del Instituto Mexicano de la Radio, los canales de televisión 11 y 22, Radio Educación, la Agencia de Noticias Notimex y otros medios en condiciones similares, pueden desempeñar un papel de enorme relevancia en la consolidación de un espacio público regido por criterios no mercantiles en el espectro de los medios mexicanos. Para ello, es necesario que su presupuesto sea actualizado y garantizado de acuerdo con la relevancia de su función social. Junto con ello, es indispensable que, funcionando como organismos desconcentrados dentro de la administración pública, tengan órganos directivos y autonomía tal, que su funcionamiento no sea afectado por los cambios de gobierno.

Algo similar podría establecerse con los medios que ahora son propiedad de algunos gobiernos estatales.

El gobierno federal, desde luego, tiene derecho a contar con espacios propios para la difusión de sus mensajes. Los tiene y es pertinente que conserve algunos de ellos las frecuencias abiertas en virtud del 12.5% del tiempo estatal. En medios públicos como los antes mencionados, el gobierno tendría un acceso garantizado y sistemático. Adicionalmente a esos espacios, el gobierno tiene derecho a transmitir durante media hora diaria en cada estación de televisión y radio. Es indispensable que rinda cuentas detalladas y claras de ejercicio de esos recursos en materia de comunicación.

Además del Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial tienen derecho a contar con espacios e incluso, con medios propios. El canal de televisión del Congreso, cuyo funcionamiento ha sido dificultado por carencias presupuestales e indecisiones internas pero fundamentalmente por la injustificada negativa del gobierno federal a otorgarle una frecuencia en la televisión abierta, podría constituir un espacio de información y deliberación capaces de fortalecer la cultura democrática.

Es deseable que los mensajes del gobierno en los medios electrónicos, se propaguen en ejercicio del tiempo estatal. Parece inexcusable que, contando con ese tiempo, el gobierno federal o cualquier otra institución estatal gasten recursos, a veces en cantidades muy importantes, contratando publicidad en la radio y la televisión. Una de las mayores expresiones de negligencia en ese aspecto, es la disposición de la legislación electoral que faculta al Instituto Federal Electoral a gastar dinero en la compra de espacios para las campañas de los partidos, pudiendo aprovechar plenamente los tiempos que resultan del ejercicio del 12.5%

En los medios impresos, es impostergable la transparencia en el ejercicio de recursos publicitarios. Aunque en algunas dependencias existen reglamentos para tal efecto, en muchos casos la compra de espacios publicitarios sigue siendo un notable recurso para que el gobierno federal, los gobiernos estatales y otras instituciones públicas, presionen y sobornen a diarios y revistas. No es indebido que el gobierno o cualquier institución, gasten dinero para anunciarse en los medios impresos. Lo que resulta ilegítimo, es que lo hagan con el propósito de influir en su línea editorial y, por añadidura, a escondidas. Es preciso reglamentar ese gasto publicitario a fin de que sea ejercido de manera transparente, tomando en cuenta la circulación real de las publicaciones en donde se contratan anuncios y también, su calidad y características específicas. También puede establecerse la obligación de todos los diarios y revistas para añadir la leyenda "inserción pagada" a los materiales de esa índole.

Es pertinente discutir la posibilidad de establecer en México un programa de ayudas a la prensa, a semejanza del que existe en países como Francia, para publicaciones que de otra manera no podrían editarse y cuyo contenido justifique ese respaldo estatal.

E) Hacia la Sociedad de la Información

Las novísimas tecnologías de la información, abren una hasta hace poco insospechada posibilidad para diseminar conocimiento de manera directa entre los ciudadanos. A diferencia de los medios convencionales, la Internet permite que cada usuario, si quiere, interactúe con los emisores de los contenidos que recibe y además, pueda poner en circulación sus propios mensajes. Las capacidades que la Internet ofrece para la enseñanza a distancia, la información plural y la deliberación de los más variados asuntos, son tan extensas como sus usos para la disipación en todos los sentidos.

Numerosos países y regiones del mundo, han puesto en práctica políticas de fomento para el desarrollo de la Internet entre sus ciudadanos. Inclusive naciones con tantos o más rezagos sociales que la nuestra, han entendido que ponerse al día en el empleo de ese recurso informático, es una manera de no demorarse más respecto del desarrollo tecnológico, cultural y mercantil.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Cultura Aymara


Cultura Aymara

Posiblemente el principal aporte cultural de la antigua cultura aymara, a la humanidad, sea la domesticación de la papa(patata). Cuando los españoles conquistaron al imperio Inca encontraron a la papa cultivada y consumida en todo el territorio Inca. Sin embargo, en la meseta del Titicaca, como en ningún otro lugar, encontraron mas de 200 variedades. Los antiguos aymaras también fueron pioneros en inventar la técnica de deshidratación de la papa, con fines de almacenaje. Esta papa deshidratada es obtenida y consumida masivamente hasta los días de hoy y es conocida como ch'uñu(chuño). Dependiendo del procedimiento particular usado puede tener otros nombre, tunta, muraya, etc. Esta técnica de deshidratación de la papa es basada en el aprovechamiento de las condiciones climáticas de los 4000 metros de altura de la meseta del Titicaca. La papa es expuesta alternada y constantemente, durante 2 semanas, a los quemantes rayos solares diurnos y a los congelantes fríos nocturnos. Después de la conquista española del imperio incaico, la papa fue rechazada como alimento por los españoles, por aproximadamente 2 siglos. En algunas partes de Europa era una planta decorativa. Fue en Irlanda, que no tenía otras alternativas alimenticias, donde la papa se convierte rápidamente, en alimento exclusivo. Esta dependencia se manifiesta dramáticamente cuando aparece una plaga que acaba con cosechas enteras de los Irlandeses. Hasta ahora ellos recuerdan esa calamidad como la Irish Famine. A partir de la aceptación de los irlandeses, después de los ingleses (patata inglesa), la papa es aceptada en todo el mundo como un alimento de primer orden. El término potato, y sus derivados como patata, batata, etc; es de origen caribeño y fueron los ingleses quienes lo acuñaron.
Las antiguas sociedades aymaras eran necroteístas, es decir cada muerto se convertía en un Dios que tenía que tener su chullpa. El acabamiento de la chullpa era conforme la jerarquía del difunto, a mayor jerarquía mejor elaborada la chullpa. Los conjunto de Sillustani y Cutimbo son ejemplos de sepulcros de la antigua élite de los Collas y los Lupaqas. Estos vestigios de Sillustani y Cutimbo permiten establecer que los antiguos aymaras desarrollaron de manera independiente la gran arquitectura de la piedra, con finos acabamientos y tamaños colosales. Como la construcción de la chullpas, de la élite, exigía gran precisión, es fácil deducir que instrumentos de metales mezclados como el bronce eran del dominio pleno de los antiguos Collas y Lupaqas. Además, claro está, de otros puros como el cobre, oro, etc.
Obviamente en los andes siempre se ha cultivado la música. Pero recientemente se conoce como música andina a la música cuyo núcleo ejecutor es compuesto por 4 instrumentos: siqu(siku), charango, bombo y quena. El siqu es de origen aymara y al grupo de músicos que lo tocan/danzan se les conoce como siquris. Esto porque en aymara -iri es un sufijo quedenota actor/ejecutor, de manera que siquri, en aymara, significa el tocador/ejecutor de siqu. El charango es de creación posterior a la conquista española, pues originalmente los instrumentos de cuerda fueron desconocidos en los andes. Antiguamente eran hechos con la caparazón del armadillo que en aymara es conocido como khirkhinchu. la mayoría de historiadores sostienen que el khirkhinchu fue creado en la zona aymara en el siglo XVII.
Música Andina
Música y danza Aymara
Apellidos Aymara
Tecnología del chuño Hasta los años 60 estos instrumentos fueron rechazados por los pobladores de la urbes y solo eran tocados por los indígenas en zonas rurales y remotas. A partir de la segunda mitad de los años 60 la juventud chilena inicia un movimiento político-cultural de carácter contestatario. Esta actitud toma como símbolo un movimiento musical denominado de nueva canción o también canción protesta que es exclusivamente ejecutado por los 4 instrumentos musicales indígenas. Los primeros exponentes de esta nueva canción son Victor Jara, Inti Illimani, Kollawara e Quilapayun. Posteriormente esta música es difundida y aceptado por estudiantes de los otros países andinos, especialmente de Bolivia y Perú, que en la época estaban bajo gobiernos militar/dictatoriales. A comienzos de los años 80 la nueva canción deja a un lado su mensaje político y es aceptada comercialmente transformándose en música andina. Ahora existen cientos de grupos practicantes de esta música tratando de alcanzar algún éxito comercial. En este empeño, es muy frecuente verlos actuando en las plazas y estaciones de los metros de ciudades europeas y de EEUU. Solo pocos de ellos ven estos esfuerzos coronados.
Existen muchas danzas de origen aymara. Están clasificadas en dos grupos: danzas nativas y danzas mestizas. Los orígenes de las danzas nativas se remontan a épocas anteriores a la conquista española, por lo tanto tienen pocos elementos de origen europeo. Infelizmente, estas danzas son escazamente aceptadas en las urbes siendo únicamente practicadas por los aymaras rurales. Ejemplos de éstas danzas: Sikuris, Pinkillus, Chaqallus, Lawa K'umus, Chuqilas, K'usillos, etc. Por otro lado las danzas mestizas son las danzas con origen posterior a la conquista española. Así, poseen elementos aymaras y europeos de manera equilibrada. La mas conocidas de estas danzas, como la diablada, la tuntuna(tundiqui) y la morenada, etc. tienen su orígen en Oruro, son ampliamente aceptadas y ejecutadas en los centros urbanos de la meseta del Titicaca. Su vestimenta, llamada traje de luces, a semejanza de los trajes de los toreros españoles esta riquísimamente ornamentada por fantasías haciendo que su adquisición/flete sea a un costo elevado. Una curiosidad es que hasta la década 50 del siglo XX estas danzas de trajes de luces eran desconocidos en Puno. Hasta entonces, la fiesta de la candelaria puneña era únicamente celebrada con danzas nativas.

lenguas amerindias



HISTORIA
La lengua aimara pertenece al grupo quechuamarán de la familia andina-ecuatorial. El término aimara es un concepto que engloba una docena de grupos étnicos, algunos de los cuales, como el colla y el lupaka, habían formado Estados independientes antes de que los incas llegaran al poder.
Según Garcilaso de la Vega la provincia de los aimaras, que tenía más de treinta leguas de largo y más de quince de ancho, fue conquistada por el Inca quinto Capac Yupanqui. Los aimaras o aimaraes comprendían varias naciones que hablaban diversos dialectos del aimara.
Bertonio en el año 1599 escribía de un determinado pueblo de los aimaraes:
"Hay muchas naciones de indios aimaraes, como son los canchis, canas, collas, collaguas, lupacas, sacases, carancas, charchas y otros, los quales así como son diferentes en los nombres, así también lo son en las lenguas... digo, que principalmente se enseña en esta arte la lengua lupaca la qual no es infer
ior á la pacasa, que entre todas las lenguas aimaraicas tiene el primer lugar, y es mucho más elegante que todas las demás que arriba hemos nombrado. La razón de esto puede ser porque ordinariamente hablan mejor la lengua materna los que están en los extremos. . . como están los sacases y lupacas en medio de todos los aimaraes; y aunque los sacases comunmente son tenidos por más pulidos y elegantes en el hablar; pero los lupacas en esto se aventajan sobre todos, en que tienen pueblos mayores, cuya señal puede ser que en cada uno de ellos residen tres sacerdotes, y en algun quatro... demas de esto era mucha razón enseñar principalmente la lengua de aquellos indios que están incorporados en la corona real de la magestad del rey Don Felipe nuestro señor, como estos lupacas de la provincia de Chucuito lo están, para que los sacerdotes que en dicha provincia residen, ayudados con esta arte, puedan aprender con mucha perfección la lengua de estos naturales... Tampoco hemos de pensar, que estos preceptos de hablar, que aquí se dan, servirán solamente para aprender la lengua lupaca; pues es cosa cierta que uno que sabe bien una lengua de una provincia, fácilmente entenderá la de otra de la misma nación, porque la diferencia que hay de una á otra no consiste en el modo de hablar, que es universal en toda la nación, sino en vocablos particulares."
Los aimaraes, aunque vecinos de la corte de los Incas debieron conservar siempre su propia lengua y después que los españoles conquistaron el Perú despreciaron la lengua de los Incas y continuaron libremente hablando la propia. No obstante en algunos pueblos aimaraes se conservaba el quechua en tiempo de Garcilaso pues se dice que los indios estiman a los españoles y tienen en más por esta lengua cortesana (o quechua) que aprendieron.
En el siglo XVI los dialectos aimaras estaban esparcidos por las tierras meridionales de Perú, existiendo referencias a los mismos en fuentes históricas, toponímicas y, en uno o dos casos, léxicas. Nada se sabe del grado de divergencia entre ellos. Según u
na fuente de 1600 el aimara era la lengua predominante en las partes del altiplano boliviano oriental y meridional, que ahora son quechua parlantes. La diferenciación interna del aimara probablemente ocurre, como en el caso del quechua, en algún momento del primer milenio de nuestra era. La distribución histórica de la lenguas aimaras sugiere una rápida expansión hacia el sur, siendo asimilados grupos locales como los puquina y los uru-chipaya. Los últimos hablantes puquina (que vivieron en la isla Taquile, en la península Capachica y el norte del Lago Titicaca) adoptaron el quechua durante tiempos coloniales. No hay duda de que otras lenguas nativas del altiplano boliviano desparecieron sin rastro.

DATOS

Los actuales aimara se denominan a sí mismos 'la nacionalidad qulla' y se estima que su número oscila entre los dos millones y dos millones y medio de personas. Viven principalmente en Bolivia y Perú, sobre todo en el altiplano del Titicaca. Las cifras según los lugares donde se habla la la lengua serían las siguientes: Hay unos 330.000 en el Perú (censo 1972), unos 30.00 en Chile y los demás (unos 1.140.000) en Bolivia (estimaciones). En Chile casi todos son bilingües; en el Perú un 60% son bilingües, en Bolivia un 40-50%, siendo mucho mayores los porcentajes de los varones y en la generación joven. Sin embargo, para Perú y Bolivia los porcentajes dados sobre bilingüismo deben tomarse en el sentido más amplio del término: casi siempre se trata de bilingües subordinados, con niveles a veces muy elementales de proficiencia en el castellano. Este segundo idioma ha sido adquirido en la escuela (si se trata de la generación joven), en el cuartel o en los contactos regulares u ocasionales con la ciudad. Por lo mismo es utilizado en contextos relativamente limitados. Pero, por su prestigio dominante, los aimaras tenderán a utilizar el poco castellano que saben ante los extraños y a identificarse como bilingües en los censos. Aparte de Chile, las regiones más bilingües son, evidentemente, las ciudades y sus cercanías Y, también, aquellas regiones que más se han incorporado a una economía de mercado, como los Yungas y las zonas de colonización. Fuera de Chile, el número de hablantes de aimara en cifras relativas disminuye con relación al total de cada país. Actualmente los aimaras representan el 3% del Perú (pero el 40% de los departamentos de Puno y Tacna) y el 25 % de Bolivia pero el 80 % de los departamentos de La Paz y Oruro). La principal ciudad de habla aimara es La Paz, donde aproximadamente un 40% de su población (640.000) habla aimara, llegando la proporción a más del 90% en algunos barrios. No hay otras ciudades con más de 20.000 aimaras urbanos.

sábado, 2 de diciembre de 2006

Leyendas de Pomata


EL UTIRAYA
(Leyenda)
En aquel cerro cerca al lado del lago dice la historia que unos campesinos que iban a pastar sus vacas no podían creer al ver que un día su vaca empezó a saltar y luego se dirigió al borde del cerro y se lanzo, ellos pensaron que era porque perdió el equilibrio y siguieron llevando sus vacas al lugar, cuando pasaron 6 meses paso loo mismo con otra vaca.
Ahí se dieron cuanta que cada 6 meses las vacas de dirigían al lugar y se lanzaban como si alguien les estuviera llamando desde ahí las personas dejaban que sus animales vayan cada 6 meses para hacer como una ofrenda al cerro.


CABALLITO DE LLAMA
(leyenda)

Un joven llamado Florencio quien había raptado a una linda chica que se llamaba Sankayu ella lloraba mucho al estar raptada y preocupado de sus padres. Una media noche lunar huyo de la casa del joven Florencio, el joven desesperado monto en una de sus llamas de carga y persiguió a la florecita Sankayu la dejaba a una distancia de un kilómetro por mas esfuerzo y apuro hacia el joven no alcanzo a su amada Sankayu así pasaba las horas ya era amanecida por primera vez se escucho el canto del puku puku el joven Florencio se dejo por vencido porque Sankayu se acercaba cada vez mas a su casa por tercera vez se escucho el canto del
Pu ku puku el joven Florencio montado en su llama dio la vuelta de retirada y se encontró con un viento nebuloso que lo convirtió en piedra con la imagen de una llama montada de un hombre.


EL CERRO TOKOKAHUA
(leyenda)

En el Distrito de Pomata, antes vivía unos pumas gigantescos mas de tres metros cada uno ellos estaban cerca de la iglesia como dueños y la gente le tenia mucho miedo porque cuando se enojaban se comía a una persona de una solo bocado, la gente no podían entrar a la iglesia cansados de los pumas un día se pusieron de acuerdo para matarlos , uno puso bastantes animales en el cerro totokahua para que los pumas vayan ahí así fue entonces ahí los atraparon con redes de pescar y los mataron con lanzas toda la población estaba ahí para matar a los pumas.

La gente no podía creer al ver tanta sangre vieron como corría la sangre como un río así desde arriba la sangre baño de rojo el cerro, es por eso que desde entonces la tierra del cerro es rojo.


LA VIRGEN DEL ROSARIO
(leyenda)

La virgen del Rosario es Patrona del Distrito de Pomata todos los primer domingo de octubre de cada año la gente baila distintas danzas, la historia dice q la virgen que sacan para la procesión es una copia porque la que es original esta dentro de la iglesia en el altar principal que no pueden sacarla de ahí, pero antes dice que la gente quería sacar a la virgen y eso hicieron entonces de un momento a otro empezó a caer lluvia de fuego y todos se escondieron, toda la noche pero al día siguiente todo estuvo un desastre todas las casas peor la iglesia estaba intacta y la virgen ya no estaba afuera sino estaba en el altar.
Desde ahí la gente hizo una copia y nunca mas volvieron a sacar ala virgen de la iglesia.



EL CERRO IMILLANI
(Leyenda)

En ese cerro hay una roca donde esta impregnada una imagen de un niño, pero dicen que antes de que apareciera la imagen había una cholita muy bonita que estaba embarazada y que iba a pastar sus ovejitas hasta todos los días solevantaba muy temprano preparaba su merienda y se iba al cerro.
Un día la cholita cansada y ya por dar a luz de durmió desde ese día no la volvieron a ver y apareció la imagen del niño, todos los pobladores dijeron que el niño es el hijote la cholita y por esas fechas van a llevar ofrendas para que todo vaya bien.



EL JUKUJUKU Y EL GALLO
(leyenda)

El jukujuku que es un ave propia de la región andina, vivía feliz y cantando sin problemas, aunque el canto no era agradable para los pobladores.
Un día llegaron dos personas trayendo un ave nunca vista, dicen que era de España la llamaban gallo (kanka). Esta ave cantaba todas las mañanas a la hora exacta y esto hizo que rechazara al jukujuku, que tuvo que escapar de la furia de los pobladores que no la quería. Al pocos días el jukujuku fue a conversar con el gallo pero terminaron discutiendo. Fue así que el jukujuku le dijo furioso:
- ¿quieres guerra?. ¡guerra tendrás!. Voy a denunciarte ante el juez.
Cuando llegaron ante el juez ambos manifestaron lo mismo.
- Yo soy el que hace despertar a la gente. Dijo el jukujuku.
- Yo soy el que hago despertar a la gente también dijo el gallo.
- El juez no supo que hacer y para sentenciar pidió que cada uno trajera su testigo. El jukujku llevo al Leque Leque el gallo llevo al Achaku.
Todos asistieron ante el juez el día del comparendo. Ante la pregunta del juez el leque leque contesto:
- Es el jukujuku el que hace despertar a la gente.
- Señor juez es el gallo el que hace despertar a la gente y a la hora exacta. Dijo el achaku por su parte.
El juez continuaba sin saber que hacer. Pensando un rato, dijo:
- Esta noche dormirán en cuartos separados y sin ventanas.
Antes de dormir el gallo y el achaku conversaron. El achaku dijo:
- no te preocupes amigo haré un hueco y saldré afuera y te avisare para que cantes a la hora exacta

En cambio el jukumuku no pudo hacer nada con su testigo el leque leque.

Al amanecer el
juez escucho cantar al gallo a la hora exacta, y después de un rato escucho al jukujuku.
El juez llamo a audiencia a ambos y dirigiéndose al gallo:
- usted señor gallo siempre dijo la verdad al igual que su testigo el achaku. Y felicitándolos agrego:
- señor gallo, desde hoy vivirás con la gente. Tu señor achaku eres testigo veraz por eso siempre comerás alimentos sin mucho esfuerzo sin trabajar.

Y dirigiéndose al jukujuku, el juez dijo:
- tu eres mentiroso así como tu testigo Leque Leque.
Al final reiterándole que era mentiroso le dio un puntapié al jukujuku y al leque leque le dio palmazo en la cabeza. Desde entonces el jukujuku tiene trasero verde y el leque leque tiene cabeza plana.
________________________
Recopiladora.
Karin Ruth Castillo Catunta






viernes, 1 de diciembre de 2006


Carta a un Amigo

(poema)


No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y buscarlas junto a ti.No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.Pero cuando me necesites, estaré allí.No puedo evitar que tropieces.Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos.Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.No juzgo las decisiones que tomas en la vida.Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.No puedo impedir que te alejes de mí.Pero si puedo desearte lo mejor y esperar a que vuelvas.No puedo trazarte límites dentro de los cuales debas actuar, pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser.Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.

Ammer

Turismo



POMATA

"Balcon Filosofico del Altiplano"


Ubicado a 130 Km. de la ciudad de Puno, donde se puede apreciar el lago en su mayor extensión, uno de los monumentos más importantes de este lugar es el templo de Santiago por su belleza.


Conocida como la pequeña Roma de América, Ubicada a 80 Km. de la ciudad de Puno se dice que empezó a tener importancia en la época Inca. Fue un gran centro cultural y religioso debido a la influencia de los padres Dominicos y luego de los Jesuitas, quienes nos dejaron muestras de hermosos templos, muchos de ellos en buen estado. A 4000 m.s.n.m. y a 25 Km. de la ciudad de Puno emerge este centro , cementerio Pre-Inca donde sus tumbas o torres funerarias de forma circular y cuadrangular son resaltadas por sus figuras en alto relieve. También se pueden apreciar pinturas rupestres.

Cuentos andinos


EL QUIRQUINCHO MUSICO


(Leyenda andina)


Aquel quirquincho viejo, nacido en un arenal de Oruro, acostumbraba pasarse horas de horas echado junto a una grieta de la peña donde el viento cantaba eternamente. El animalito tenía una afición musical innegable. ¡Cómo se deleitaba cuando oía cantar a las ranas en las noches de lluvia! Los pequeños ojos se le ponían húmedos de emoción y se acercaba, arrastrando su caparazón, hasta el charco, donde las verdes cantantes ofrecían su concierto.
-¡Oh, si yo pudiera cantar así, sería el animal más feliz del altiplano! - exclamaba el quirquincho, mientras las escuchaba extasiado.
Las ranas no se conmovían por la devota admiración que les tenía el quirquincho sino que, más bien, se burlaban de él.
-Aunque nos vengas a escuchar todas las noches hasta el fin de tu vida, jamás aprenderás nuestro canto, porque eres muy tonto.
El pobre quirquincho, que era humilde y resignado, no se ofendía por tales palabras, dichas en un lenguaje tan musical, como suele ser el de las ranas. El sólo se deleitaba con la armonía de la voz y no comprendía el insulto que ella encerraba.
Un día creyó enloquecer de alegría, cuando unos canarios pasaron cantando en una jaula que conducía un hombre. ¡Qué deliciosos sonidos! Aquellos pajaritos amarillos y luminosos, como caídos del Sol, lo conmovieron hasta lo más hondo... Sin que el jaulero se diera cuenta, lo siguió, arrastrándose por la arena, durante leguas y leguas.
Las ranas que habían escuchado, embelesadas, el canto, salieron a orilla de la laguna y vieron pasar a los divinos prisioneros que revoloteaban en las jaulas.
-Estos cantores son de nuestra familia, pues los canarios son sólo sapos con alas -dijeron las muy vanidosas y agregaron- : Pero nosotras cantamos mucho mejor. -Y reanudaron su concierto interrumpido.
-¡Chist... Esperen! -dijo una de ellas-. Miren al tonto del quirquincho. Se va tras las jaulas. Ahora pensará aprender a trinar como un canario... ja... ja... ja...
El quirquincho siguió corriendo y corriendo tras el hombre de las jaulas, hasta que las patitas se le iban acabando, de tanto rasparlas en la arena.
-Qué desgracia! ¡No puedo caminar más y los músicos se van! -Allí se quedó tirado hasta que el último trino mágico se perdió a lo lejos... Ya era de noche cuando regresaba a su casa. Y al pasar cerca de la choza de Sebastián Mamani, el hechicero, tuvo la idea de visitarlo, para hacerle un extraño pedido.
-Compadre, tú que todo lo puedes, enséñame a cantar como los canarios -le dijo llorando.
Cualquier persona que no fuera el hechicero se hubiera reído a carcajadas del quirquincho, pero Sebastián Mamani puso la cara seria y repuso:
-Yo puedo enseñarte a cantar mejor que los canarios, que las ranas y que los grillos, pero tienes que pagar la enseñanza... con tu vida.
-Acepto todo, pero enséñame a cantar.
-Convenido. Cantarás desde mañana, pero esta noche perderás la vida.
-¡Cómo!... ¿Cantaré después de muerto?
-Así es.
Al día siguiente, el quirquincho amaneció cantando, con voz maravillosa, en las manos del mago. Cuando éste pasaba, poco más tarde, por el charco de las ranas, se quedaron mudas de asombro.
-¡Vengan todas! ¡Qué milagro! ¡El quirquincho aprendió a cantar!...
-¡Canta mejor que nosotras!...
-¡Y mejor que los pájaros!...
-¡Y mejor que los grillos!...
-¡Es el mejor del mundo!...
Y, muertas de envidia, siguieron a saltos tras del quirquincho que, convertido en charango se desgranaba en sonidos musicales. Lo que ellas ignoraban era que nuestro pobre amigo, como todo gran artista, había dado la vida por el arte.

danzas puneñas



LOS AYARACHIS

La palabra Ayarachi deriva de la raíz quechua aya se vincula con la muerte, palabra que Mario Franco Inojosa explica que significa "Alma que llora".El origen de la danza Ayarachi. se ubica en el periodo transicional y violento de la conquista española. Cuando las huestes funestas de Pizarro invadieron el Cusco.
La danza Ayarachi se ejecuta exclusivamente por los pueblos cordilleranos quechuas de las montañas de Paratía, en la Provincia de Lampa en Puno.
.Los danzarines y los músicos que participan en esta danza son las mismas personas. cada, danzante toca dos instrumentos: las Zampoñas y el tambor. Consecuentemente, su estructura coreográfica se limita a un cuerpo único que toca y danza. Pero van acompañados de algunas personas no totalmente disfrazadas, hombres y mujeres, con atuendos de fiesta que llevan las bebidas y algunas viandas frías.
Los Ayarachis bajan de sus montañas ya disfrazados y después de tomar parte en la festividad, se vuelven a los lares de su procedencia, en la misma forma, tocando y danzando.La vestimenta que llevan los varones que esta danza consta de pantalones largos a hasta la rodilla y hacia abajo tienen una abertura en la parte de atrás al final. El saco es de tela gruesa sencilla, pero tanto esa prenda como los pantalones llevan adornos distribuidos en los bordes y el resto de las prendas Dichos adornos especialmente los de los bordes, son de monedas, antiguas y en general cintas de múltiples colores, pegadas para formar variadas y vistosas figuras en el pecho y las mangas. En los pies llevan ojotas hechas con cuero de llama. Sobre la cabeza, la prenda más espectacular es una especie de casco, hecho de paja, forrado con tela de color adornado con una cantidad de plumas de gran tamaños que toman la forma de un halo de diversos colores. Las plumas son de Suri "avestruz" y de algunas aves selváticas. Completa el atuendo una cinta larga delgada, tejida de lana, de la cual penden una gran cantidad de flecos a manera de zarcillos, los que cubren el pecho y la espalda. Llevan una gran Zampoña y un bombo pequeño que forma también parte del atuendo.Las mujeres que representan a esta danza visten con numerosas polleras de bayeta negra con dos o tres listones de satén de colores, verde, rojo o amarillo, al final. Los jubones de las mujeres están igualmente adornados con cintas de colores, formando caprichosas figuras y una gran cantidad de monedas antiguas de plata. Un sombrero de copa pequeña y achatada que casi es una montera plana, toda ella adornada de cintas y zarcillos de colores pendientes de los bordes que cubren la cara de las mujeres
LA DIABLADA
DANZA DE TRAJES DE LUCES
Danza originaria de la región altiplánica ( Bolivia -Perú). En Perú es en el deparamento de Puno donde se ha desarrollado. Sobre su origen existen muchas versiones, pero al parecer esta danza se origina en la mente afiebrada de un grupo de mineros que quedaron atrapados en una mina y al salir los diablos a llevar sus armas se encomendaron a la Virgen del Socavón y como por milagro apareció el Arcángel San Gabriel, espada en mano vence a los diablos y los mineros al ser rescatados danzan la diablada y le ponen el nombre de Virgen de la Candelaria por el fuego que vieron en la mina.
Su vestuario es muy lujoso y lleva bordados de oro, plata y pedrerías. Destacan los Caporales con vestuarios que llegan a pesar hasta 30 kilos. Alcanzan su máximo esplendor en las festividades de la Virgen de la Candelaria y esencialmente su contenido es la lucha entre el bien y el mal.

vidas


La vida es un sueño camino a la muerte